jueves, 25 de junio de 2009

Quebrantahuesos 2009


Índice de Dureza: 233 (hasta el abandono)
Dificultad técnica: Difícil

Quebrantahuesos. La primera vez que oyes esta palabra relacionada con una prueba ciclista, inmediatamente piensas en lo duro que debe ser un recorrido que es capaz de quebrantar los huesos de los participantes.
Después, cuando ves la información relativa y visitas la página Web de la mítica marcha cicloturista te das cuenta de que, en principio, el nombre proviene del Gypaetus barbatus que es una especie de buitre notablemente distinta de otras aves de presa parecidas que recibe su nombre por su costumbre de remontar huesos y caparazones hasta grandes alturas para soltarlos después y comer la médula de su interior una vez se han estrellado contra las rocas.
Tranquilizado por la constatación, continuas haciendo averiguaciones con compañeros que han participado recibiendo comentarios e informaciones que te ayudan a disipar dudas (…es muy dura, te tienes que preparar muy bien. Tú no puedes ir. Está a tu alcance …) Finalmente visitas de nuevo la página de la organización e indagas datos concretos (205 kms. y 3.050m de ascensión acumulada en 4 puertos de montaña) te mentalizas y decides ir.
Lo primero es planificar un entrenamiento coherente con lo que te encontrarás (tranquilo chaval, en tu zona no hay nada así) que implica abandonar a tus amigos y tu familia durante 5 meses para poder atender la preparación e ir acumulando kilómetros y desnivel en tus piernas. Después está la inscripción que ya es una prueba en si misma (¡¡¡He conseguido inscribirme!!!) y continuar el entrenamiento con más exigencia si cabe, procurando no sucumbir a la tentación (…cariño, aprovechando que el Sábado no estarás, he pensado ir con el niño a…) ni las coacciones (…Tengo unas ganas de que pase la maldita Quebrantahuesos… nunca estás en casa… todo lo hago yo…).
Finalmente llega el día de la prueba y literalmente flipas con el ambiente, la organización, los medios, la profesionalidad y la simpatía de todo el mundo. El cohete da la salida, los medios locales cubren el evento como si fuera el Tour de Francia (¿Cuántos eventos deportivos urbi et orbe convocan más de 10.000 deportistas inscritos?) los voluntarios abundan y ayudan todo lo que pueden, la asistencia técnica asiste al instante, la gendarmería francesa resulta ser un colmo de voluntad de servicio y su grado de confraternización con la Guardia Civil de tráfico resulta idílico. Y todo el mundo corre más que tú.
Los aficionados se distribuyen a lo largo de la prueba para animar a TODOS los participantes… y al final, descubres que, efectivamente, la primera impresión es la que vale, la dureza del recorrido quebranta los huesos y todo tu sistema locomotor, las piernas te duelen como nunca antes lo habían hecho y llegas a la conclusión de que el buitre en cuestión es el logo de la prueba para disimular. A pesar de todo, como a todo buen ciclista, la parte masoquista que se esconde en tu interior te impele a terminar la prueba como sea. Y así disfrutas (…el lado masoquista…) de la dureza del recorrido viendo a otros compañeros en situación similar a la tuya con quienes te sientes hermanado para el resto de tu vida (es decir, mientras dure la prueba). Finalmente cedes a los cantos de sirena de un conductor de autocar escoba, pretendes hacer un cálculo mental para evaluar la alternativa, pero descubres que no te llega el oxígeno al cerebro y decides que otro año será.
Es curioso que el otro propietario del nombre de marras sea la Jara Blanca o Cistus albidus que es una planta fanerógama perteneciente a la familia Cistaceae y entre sus propiedades se encuentra la utilización como linimento.

Ver track en:http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=439767

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